Sí se puede!!!

| domingo, 16 de diciembre de 2007



Por más que se quiera maquillar la realidad, Uruguay es un país chato y autocomplaciente y esto creo que nadie debería dudarlo. Todos nosotros de una u otra manera tenemos la capacidad de pensar en que “si Costa de Marfil no va al mundial, quizás nos inviten a nosotros…, no?”. Este es sólo un ejemplo, sin embargo, nuestra inagotable capacidad de “superación” hace que a todas las grasadas y estupideces se le deba agregar una implacable dosis de fugas de neuronas, o sea, la televisión argentina. Esto representa una especie de caño colector que se apodera del tubo de imagen de muchos de nuestros (mío no, pero es para ser generoso) televisores.

El experimentado arte del sexo oral de Uruguay hacia la vecina orilla ha llegado a un punto que es un tanto vergonzoso. Un país entero habla de la teta de aquella vedette o de las pompis de algún “famoso” (imaginar las comillas de mayor tamaño posible, por favor) en Gran Hermano. Para peor, si tuviste la suerte de no verlo, el envase-tamaño-humano-de-grasa-concentrado (Jorge Rial) y la que tiene antióxido en la cabeza (ni idea el nombre) se encargan de repetir cientos de veces las imperdibles imágenes.

Ahora bien, vale la pena esto?; es lógico que Gran Hermano o Showmatch tripliquen y cuadripliquen en audiencia a programas en serio? A quien le importa la realidad cuando hay alguien en pelotas paseando por la televisión? Qué explica esto? El entretenimiento barato o la falta de respeto al intelecto y a la cultura?, ambas quizás?

También se debería pensar dónde quedo aquello de que “Uruguay es un país muuuucho mas culto que Argentina”. Cuantos se llenaron la boca, diferenciando a este paisito de aquel con argumentos tales como “la ordinariez argentina es muy distinta a la cultura uruguaya”.

El entretenimiento (incomprensible para mi) que generan estos programas hipoteca lo poco de inteligencia que nos queda, además de generar un escudo de grasa que nos hace inmunes al “pensar”, a la vez que va generando la célula madre del retardo en cada uno de los felices consumidores.

Sinceramente no se cuanta gente se da cuenta de esta decadencia sin tomar conciencia de que hay mecanismos alternativos de entretenerse (no es la televisión uruguaya el más feliz de los ejemplos) diferentes a la continua estupidez barata.

La idiotez vende porque hay idiotas que lo consumen, sin embargo es TAN fácil de digerir que resulta atractiva. “Ahh, yo lo veo porque me gusta el baile, o porque es la manera de no pensar en nada”. Justamente, el público objetivo…

Cada día estamos más cerca de cambiar el sol de la bandera por un conjunto de plátanos y se vienen los acordes de la trompeta del chacal en vez de la “Marcha a mi Bandera”.

SÍ se puede, SÍ se puede!!!!

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