Una costumbre que incorporé muy recientemente es navegar sin un rumbo por internet; Wilfing. La palabra “wilfing'' es un neologismo que viene de la pregunta: What Was I Looking For?
Según una encuesta realizada por Salary.com, seis de cada diez empleados en Estados Unidos reconoció que pierde el tiempo en el trabajo dando vueltas sin rumbo por internet. El estudio estimó que en una jornada de 8,5 horas, el tiempo perdido es de 1,7 horas. La mayoría de los empleados pierden el tiempo por aburrimiento (18%), trabajar demasiadas horas (13,9%), falta de retos en el trabajo (11%) y sólo un 11,8% admitió que lo hacía porque recibía un salario bajo.
Como no quiero ser menos también peco de wilfer. No sé cómo pero llegué acá:

http://www.thesun.co.uk/sol/homepage/news/article2233878.ece

Resumiendo, el artículo nos cuenta la historia de un niño de 13 años (con apariencia de 8) que dejó embarazada a su “novia” de 15.
El borrego, que todavía no pego el estirón, que no tiene ni un pelo en la cara, con 13 años ya embatató a una botija. Con apenas un 1.22 metros y con agüita de arroz le fue suficiente para ser papá.
Viniendo de un niño que a los 8 años ya tiene más pelos en las piernas que lo que uno va a poder juntar durante toda su vida, no me asombra, este no es el caso, es el pibe que mirás y decís: este pobre no va poder embarazar nunca a una mina. Les presento a Alfie Patten.




Me imagino la situación: se sacó la moña un día y dijo: “Y bué… vamo a ponerla… ¿a ver?”.
Para poder explicarles lo que siento al respecto voy a utilizar una metáfora.
Un cazador fue al bosque en busca de animales silvestres. El problema fue que se olvidó de las municiones pero él no lo sabía. Llegado determinado momento un pajarito se atraviesa en su camino. El cazador apunta, oprime el gatillo y el pájaro cae muerto.
Como es posible, se preguntaran. Yo también me lo pregunto lo mismo con Alfie Patten. La respuesta es muy simple; a ese pajarito lo mato otro cazador.